El desarrollo sostenible se ha definido como el desarrollo capaz de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades.
El desarrollo sostenible exige esfuerzos concentrados en construir un futuro inclusivo, sostenible y resiliente para las personas y el planeta.
Para alcanzar el desarrollo sostenible, es fundamental armonizar tres elementos básicos: el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente. Estos elementos están interrelacionados y son todos esenciales para el bienestar de las personas y las sociedades.
La erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones es una condición indispensable para lograr el desarrollo sostenible. A tal fin, debe promoverse un crecimiento económico sostenible, inclusivo y equitativo, que cree mayores oportunidades para todos, que reduzca las desigualdades, mejore los niveles de vida básicos, fomente el desarrollo social equitativo e inclusivo y promueva la ordenación integrada y sostenible de los recursos naturales y los ecosistemas.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) no son jurídicamente obligatorios.
No obstante, se prevé que los países los adopten como propios y establezcan marcos nacionales para el logro de los 17 objetivos.
Su cumplimiento y su éxito se basan en las políticas, planes y programas de desarrollo sostenible de los países.
Los países tienen la responsabilidad primordial del seguimiento y examen a nivel nacional, regional y mundial de los progresos conseguidos en el cumplimiento de los objetivos y las metas para 2030.
Las medidas adoptadas a nivel nacional para observar los progresos requerirán la recopilación de datos de calidad, accesibles y oportunos y el seguimiento y examen a nivel regional.
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las 169 metas de la nueva agenda se supervisarán y examinarán a nivel mundial mediante un conjunto de indicadores mundiales.
El marco de indicadores mundiales ha sido desarrollado por el Grupo Interinstitucional y de Expertos sobre los Indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y acordado en la 48º período de sesiones de la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas celebrada en marzo de 2017.
Los gobiernos también elaborarán sus propios indicadores nacionales para colaborar en el proceso de seguimiento de los progresos conseguidos en el cumplimiento de los objetivos y las metas.
Los jefes de estadística de los Estados Miembros están trabajando en la definición de las metas a fin de que haya dos indicadores por cada una. Habrá aproximadamente 300 indicadores para todas las metas. Sin embargo, en el caso de las metas que abarcan cuestiones transversales, se podría reducir el número de indicadores.
Los procesos de seguimiento y examen se basarán en el informe anual sobre los progresos en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que elaborará el Secretario General.
Las reuniones anuales del Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible desempeñarán un papel fundamental a la hora de examinar los progresos conseguidos en el cumplimiento de los ODS a nivel mundial. Se supervisarán y examinarán los medios de aplicación de los ODS, tal y como se indica en la Agenda de Acción de Addis Abeba, el documento final de la Tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, para garantizar que se movilicen de forma efectiva los recursos financieros en apoyo de la nueva agenda de desarrollo sostenible.
Para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la agenda, se ha estimado que las necesidades anuales de inversión en todos los sectores serían entre cinco y siete billones de dólares. Los niveles de inversión actuales se encuentran muy lejos de la escala necesaria. Con una estimación de activos financieros mundiales de más de 200 billones de dólares, la financiación está disponible, pero la mayoría de esos recursos no se están canalizando hacia el desarrollo sostenible en la escala y con la rapidez necesarias para alcanzar los ODS y los propósitos del Acuerdo de París sobre el cambio climático.
El interés y la inversión en los Objetivos de Desarrollo Sostenible están creciendo, y la inversión en los Objetivos es sensata desde el punto de vista económico. Alcanzar los ODS podría crear hasta 12 billones de dólares de oportunidades de mercado y generar hasta 380 millones de nuevos puestos de trabajo en 2030.
La Alianza Mundial de Inversionistas para el Desarrollo Sostenible, una coalición apoyada por las Naciones Unidas de 30 líderes empresariales que se presentó en octubre de 2019, trabaja para ofrecer un liderazgo decisivo en la movilización de recursos en favor del desarrollo sostenible y la definición de incentivos para conseguir inversiones sostenibles a largo plazo.
La asistencia oficial para el desarrollo en cifras netas ascendió a 149.000 millones de dólares en 2018, un 2,7 % inferior en cifras reales frente al año 2017.
El cambio climático ya afecta a la salud pública, la seguridad alimentaria e hídrica, la migración, la paz y la seguridad. Si no se tiene en cuenta el cambio climático, este hará retroceder los logros alcanzados en los últimos decenios en materia de desarrollo e impedirá realizar nuevos avances.
Las inversiones en desarrollo sostenible ayudarán a hacer frente al cambio climático al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y reforzar la resiliencia al clima.
Y a la inversa, las iniciativas en la esfera del cambio climático impulsarán el desarrollo sostenible.
Hacer frente al cambio climático y fomentar el desarrollo sostenible son dos caras de la misma moneda que se refuerzan mutuamente; el desarrollo sostenible no se logrará si no se adoptan medidas contra el cambio climático. Y a la inversa, muchos de los ODS abordan los factores desencadenantes del cambio climático.