La importancia del Foro de Davos consiste precisamente en que reúne a los empresarios, políticos y burócratas más importantes del mundo. Al finalizar este foro, quedó una sensación amarga sobre la extensión de la guerra comercial ya señalada.
No había mayor preocupación acerca de la denominada pandemia durante esas semanas. Pero luego de una semana de celebrado este Foro, se comenzó a declarar un estado de emergencia internacional, liderado por la misma Organización Mundial de la Salud, dependiente de “mecenas privados” y gobiernos donantes, para mantener un lugar de estudio y gestión de los problemas de salud de la población mundial.
El resto de la historia, bien la conocemos.
Los ministerios de salud de los países comenzaron a sintonizar igual que la OMS. El virus del SarsCov-2 era peligroso y había que aplicar medidas extremas para detener su avance. Los meses comenzaron a transcurrir, mientras muchos tratamientos propuestos por miles de médicos alrededor del mundo, eran simplemente desechados. Las esperanzas del mundo médico-corporativo se colgaron de una futura vacuna.
Y de pronto, por arte de magia, surge al concepto de que el COV!D era una gran oportunidad[9] para hacer todo de nuevo, desde cero. Era una magnífica oportunidad para realizar un “Gran Reinicio” (GREAT RESET[10]). Esta irresistible propuesta fue acuñada en un libro titulado COV!D19 – The Great Reset[11]. Escrito, curiosamente, por el Director Fundador del Foro Económico Mundial, señor Klaus Schwab.
La obra, muy ambiciosa, pretende enseñar la manera en que el mundo debe abrazar los nuevos principios para la nueva normalidad que se originará a partir del virus.
Luego de revisar la obra, resulta impresionante la capacidad de improvisación que el GREAT RESET expresa para aprovechar algo tan desgraciado como una pandemia global. El libro del Profesor Schwab y el mismo sitio web del WEF dan una asombrosa profundidad lista para ejecutar de modo express, para gobiernos, corporaciones, organismos no gubernamentales, asociaciones gremiales, organismos multinacionales, banqueros, etc. De pronto todos los grandes agentes económicos, políticos y sociales comenzaron a alinearse tras este GREAT RESET[12], con la participación estelar de los gobiernos de los 5 continentes, casi sin oposición.
Mas, si ha habido cierta oposición, revisando los casos de los Presidentes de Bielorusia, Haiti y Tanzania. Por supuesto, los tres con diferentes destinos.
El WEF ya estaba inyectando su material de GREAT RESET a la sociedad global. En realidad, se comenzaba a inyectar de modo forzado la denominada “Cuarta Revolución Industrial[13]“, curiosamente propuesta por el WEF y, por supuesto, por su director.