Presentado como el rejuvenecimiento de China, desde la llegada al poder de Xi Jingping, se ha puesto la inspiración de retomar el espíritu nacional que China había tenido en su historia. Es la proyección de la grandeza patriótica hacia el futuro. Desde el informe del XIX Congreso del PCCh de 2017[8]; en palabras del propio Xi:
“Uno solamente puede llegar a un buen final si conserva siempre sus aspiraciones originales. Las aspiraciones originales de los comunistas chinos y su misión consisten precisamente en perseguir la felicidad del pueblo chino y conseguir la revitalización de la nación china. Estas aspiraciones y esta misión constituyen la fuerza motriz fundamental que estimula a los comunistas chinos a avanzar sin cesar. Los camaradas de todo el Partido tenemos que compartir siempre con el pueblo el mismo aliento, el mismo destino y el mismo latir del corazón, considerar en todo momento su anhelo de una vida mejor como objetivo de nuestra lucha y seguir avanzando valerosamente hacia el magno objetivo de hacer realidad la gran revitalización de la nación china, con un espíritu que jamás afloja y la intrepidez de marchar siempre adelante.
(…) Cuando prevalezca la Gran Virtud, el mundo será de todos. Nosotros, con los pies plantados en este vasto territorio de más de 9,6 millones de kilómetros cuadrados, absorbiendo los nutrientes de la cultura acumulada por la nación china en su prolongada lucha de más de 5.000 años y con la majestuosa fuerza convergente de los más de 1.300 millones de chinos, al avanzar por el camino del socialismo con peculiaridades chinas contamos con el inconmensurable espacio del escenario que nos ofrece nuestro tiempo, un sedimento histórico de una profundidad sin parangón y una inmensa y fuerte firmeza para avanzar. ¡Que todo el Partido y el pueblo de todas las etnias del país se unan estrechamente en torno al Comité Central del Partido, enarbolen la gran bandera del socialismo con peculiaridades chinas, avancen con un espíritu pujante y se entreguen completamente a su cometido, continúen luchando por cumplir las tres tareas históricas -el impulso de la modernización, la culminación de la reunificación de la patria y la salvaguardia de la paz mundial y la promoción del desarrollo conjunto-, lograr el triunfo definitivo en la culminación de la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada, conquistar la gran victoria del socialismo con peculiaridades chinas de la nueva época, materializar el sueño chino de la gran revitalización de la nación china y hacer realidad la aspiración del pueblo a una vida mejor!”.
Como vemos, más allá de ser parte de un plan estratégico de nación, el sentido de “La franja” se vincula con un deseo de colocar a China en el lugar de privilegio a nivel global. No es una afirmación antojadiza, porque se puede ver como un componente importante en los planes quinquenales del partido.
Objetivos profundos para China con Belt and Road
Más allá de la mercadotecnia diplomática que el régimen comunista ha desplegado en estos años, están los objetivos tras las cortinas del poder, los cuales buscan consolidar de todas las formas geopolíticas y geoeconómicas posibles, la ascensión de China hacia el dominio global, gracias al desplazamiento de USA como líder. Dicho sea de paso, la salida de USA desde Afghanistan es un claro ejemplo del perjuicio que, incluso los políticos internos de la unión americana, están asestando a las bases estratégicas de dicha nación.
China hace su negocio, fortaleciendo relaciones económicas bilaterales (diplomacia de artesanos, capa por capa) para instalar el sentimiento de los acuerdos pacíficos “ganar – ganar”. La expansión de las áreas de influencias, se notan con solo mirar los mapas.
También, esta política trae consigo un gran alivio para dar cabida a la alta capacidad productiva china en recursos como el cemento y el carbón, fundamentales para sostener el ritmo de crecimiento de la economía. Con el desarrollo de “la Franja”, el uso de estos y muchos otros recursos chinos, aseguran una demanda a gran escala por todo el período de implantación de las rutas, para continuar con la mantención futura.
Al mismo tiempo que tal movimiento de recursos favorece a las empresas chinas, también ofrece una oportunidad para fortalecer al yuan como divisa de intercambio para las operaciones de inversión y financiamiento internacional, durante el proceso de desarrollo de las rutas de “la Franja”.
China, tendría asegurada la diversificación las rutas de abastecimiento de materias primas y energía, abaratando costos y reduciendo tiempos, ganando incluso sobre el control de la disposición de estos recursos. Especialmente, el Corredor Económico China-Asia Central-Asia Occidental y el Corredor Económico China-Mongolia-Rusia, por sus implicancias en materia de seguridad energética, otorgan una importancia central para el alcance de los objetivos vitales para las aspiraciones del régimen comunista.