Hemos vuelto tras 2 años de voluntaria ausencia. Fue necesario este alejamiento, porque había que replantear las visiones y ajustar la misión de este modesto medio de comunicación.

Nuestro pálpito fue premonitorio, porque se desencadenó una guerra invisible durante nuestra pausa. Una guerra invisible, que ya tiene a los países y a miles de millones de personas en un estadio de sumisión absoluta, esclavos de un enemigo que no se deja ver, pero que tiene un profundo y oscuro poder que domina las mentes y los espíritus de una especie humana congelada por la adversidad.

El mundo necesita un alto al fuego y retornar rápidamente hacia la natural normalidad que los humanos han vivido por miles de años, generación tras generación. Muchos han querido inyectar nuevos paradigmas, aprovechando de manera cobarde este brutal golpe que ha dejado a las naciones en estado de absoluta vulnerabilidad, obligando a los ciudadanos a sufrir forzado cautiverio, portar un cubre rostro; además de separarse de familias, amigos y colegas. Últimamente se ha intentado empujar hacia procesos ejecutivos de sanitización masiva, a punta de jeringas, a pesar de que las denuncias por intoxicaciones y coágulos sanguíneos ya están dejando miles de afectados o muertos en todo el planeta.

Decidimos volver, como el medio independiente que constituimos, para salvaguardar el transparente y honesto flujo de informaciones que, como en toda guerra, resulta ser una de las primera víctimas.

En un mundo en miniatura poderosa que ondea la bandera de la “Cancelación Cultural”, con la intención de imponer a la fuerza un único discurso político que suprime el relato y costumbres de la cultura natural, atentando contra la libertad de expresión y los derechos individuales, además de negar sistemáticamente la riqueza cultural de las naciones, para beneficio de unas minorías que solo buscan el perjuicio de las grandes mayorías para su propio beneficio.

La situación política internacional predominante en el escenario actual, es un reflejo de algo más que una emergencia. Como el mismo texto del libro editado en junio de 2020 “El Gran Reinicio”, realizado por el fundador y director del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, es acaso una confesión académica de las intenciones manifiestas de los derivados del siniestro en curso.

Ya en 2019 previmos el difícil camino que la globalización estaba circulando y que nos llevó a comprender que este proceso estaba sufriendo un fuerte debilitamiento que estaba siendo amenazado por la fortaleza de las naciones que alzaban sus voces y recursos, para afirmar sus propias convicciones y desestimar los nefastos efectos que se estaban exhalando desde un globalismo que no veía mayor futuro en la conformación de la geopolítica y la geoeconomía yendo hacia el núcleo del siglo XXI. En ese momento, la cultura dejó de ser global y se volvió amenazante.

Mientras vemos cómo nuestras naciones sufren de rodillas o yacen en el suelo, rodando de dolor y miseria, con la única alternativa de contraer deuda que solo esclaviza a las futuras generaciones, con una renuncia obligada a la soberanía y a la cultura de la vida natural de las personas.

Actualmente no existe teoría económica que pueda explicar la manera en que el mundo funciona hoy. Todas las “disciplinas” complementarias han quedado congeladas y obsoletas, desde que los gobiernos y corporaciones se han unido para forzar la aplicación de un programa de siniestro, “antihumano” y despiadado.

Retornamos a este circuito de medios digitales de comunicación, ahora con un gran espíritu que salvaguardar la libertad, la verdad, la transparencia, los valores y principios naturales de la especie humana y un consuelo alentador acerca del futuro que será resuelto una vez que finalice esta guerra invisible.

Hombre, naturaleza y tecnología pueden convivir en conjunto, siempre y cuando existan límites para cada parte y se respeten las reglas del juego de modo equilibrado, que sea beneficioso para los humanos en armonía con la naturaleza y con una tecnología que sea un medio para mejorar el óptimo uso de los recursos que satisfacen las necesidades de las naciones.

Solo las sangrientas dictaduras imponen cambios “antihumanos” a la fuerza. Podemos ver con claridad que existe una agenda siendo aplicada de modo implacable para empujar al planeta hacia la finalidad de establecer un régimen totalitario, disfrazado de “Grandes avances” tecnológicos.

Desde estas líneas, trabajamos para contribuir a la recuperación de la conciencia, reconociendo los hechos y conectarlos en conjunto, para formar las figuras que el devenir del tiempo va dibujando ante nuestros ojos y transmiten las verdaderas intenciones de quienes por política, economía o finanzas manejan nuestros destinos.

Bienvenidos a este nuevo ciclo de X-M magazine, porque hoy es necesario ampliar y unir las voces, para que el espíritu de esperanza sea un clamor fuerte entre las naciones del mundo.