Europa: Cuadros de una exposición

Europa: Cuadros de una exposición

Un profundo dolor de cabeza para los ciudadanos europeos, quienes han visto cómo se derrumba, no solo su estilo de vida, sino que, además, su moral


Rusia, por muchos años, ha estado sometida a presiones y sanciones por no alinearse o contravenir las indicaciones del eje Washington DC – Londres

Malos reflejos

El conflicto en Ucrania se ha extendido por 6 meses, pero lejos de resolverse, se está volviendo una amenaza para Europa y, además, para el resto del mundo.

Solo bastaba con un acuerdo para retirar la intención de Ucrania por unirse a la NATO y se habría producido la salida de Rusia desde el territorio ucraniano.

Pero la denominada “desnazificación de Ucrania” y otras campañas rusas en este país, han ido demoliendo las aspiraciones de los ciudadanos ucranianos y, por extensión, de todos los ciudadanos del mundo, debido a las “externalidades negativas” que está provocando en el comercio internacional.

La prolongación esperada de este escenario, se puede extender a varios meses más o, incluso, años, sin importar los forzados desplazamientos que los propios ucranianos están sufriendo; la escasez de gas o fertilizantes que el mundo tanto necesita, temas que a los líderes de la Unión Europea (UE) y los mismos mandatarios en guerra, parece no importarles.

Las fuerzas armadas rusas se sumarán a juegos militares con sus vecinos China e India, durante el mes de septiembre. Y ya se está jugando el campeonato de fútbol profesional en Ucrania. Es decir, aquí pasa nada.

Los millones de ucranianos refugiados en países cercanos y los habitantes de la Unión Europea padecen dramáticamente el desprecio inhumano de sus líderes políticos. Todas las guerras son insanas, pero particularmente esta es caprichosamente insana.

Escalera al infierno

Desde el 22 de febrero, cuando comenzó la guerra entre Rusia y Ucrania (pueblos “milenariamente” hermanos), Se ha visto una lenta escalada de hechos bélicos, diplomáticos y comerciales que han ido pulverizando los principios fundamentales del libre intercambio de las naciones, llegando a situaciones extremadamente infantiles, para castigar hasta el más mínimo detalle por tomar partido por uno u otro bando.

Solo como ejemplo, destacar que la FIDE (organismo rector del ajedrez mundial) ha castigado a los jugadores rusos para no usar la bandera de su país en las competencias, como si las piezas en el tablero tuvieran responsabilidades por el conflicto.

Cada peldaño que transcurre, consiste en descender directamente hacia el infierno, debido a las consecuencias que este conflicto tiene para la humanidad.

Euro Suicidio

Casi todos los mandatarios de la unión europea han apoyado las medidas de castigo contra Rusia, incluyendo hasta la discriminación exacerbada de ciudadanos rusos que viven en los países de la unión. Rusia, por muchos años, ha estado sometida a presiones y sanciones por no alinearse o contravenir las indicaciones del eje Washington DC – Londres. Ya en 2014 había sido un ataque inmisericorde, tras la anexión de Crimea en 2014; consulta popular mediante. Casi cualquier país habría sucumbido a tales castigos, pero Rusia resistió estoicamente y, más aún, se dio fortaleza para entrar a la guerra contra ISIS (el llamado ejército islámico) en Siria, logrando la destrucción de esta amenaza.

Sin embargo, los acontecimientos han dado un profundo dolor de cabeza a los ciudadanos europeos, quienes han visto cómo se derrumba, no solo su estilo de vida, sino que, además, su moral. Muy angustiados, de no acabar la guerra, se enfrentarán a un invierno sin el gas que viene de Rusia. De hecho, ya están con recomendaciones gubernamentales para racionar el uso actual de los recursos energéticos. También deben enfrentar la reducción de la oferta de otros productos fundamentales para la industria y el comercio.

Si no hay pronta solución, la Unión Europea verá el peor destino de su historia y no son sus líderes quienes pagarán las consecuencias de este suicidio geopolítico.

Cuadros de una exposición

Tal vez, la única gran buena noticia será que los húngaros no sufrirán el frío que el resto de los habitantes de la Unión Europea, porque le presidente Victor Orban suscribió un acuerdo con su par ruso (Vladimir Putin), para la compra de gas a buen precio, saltándose todo el marketing y panfleteo político de la misma UE más el WEF, la NATO y cuanto organismo internacional que defiende las causas globalistas de la agenda 2030; el capitalismo inclusivo y cuanta narrativa global comprometida con el Great Reset. Por cierto, los  medios comprometidos con la agenda global han escondido dicho acuerdo y peor aún, acusan al presidente Orban  de actuar con locura. Sin duda, los húngaros estarán agradecidos por la locura de su presidente. La operación militar rusa en Ucrania, no es tema. A fin de cuentas, el colapso económico de los países de la UE ya era un hecho, desde antes de este conflicto.

París, Berlin, Amsterdam, Bruselas, Davos son lugares desde los cuales se dictan decisiones continentales y mundiales, pero sin que nadie les haya invitado. Un grupo de burócratas de trajes grises, que se paran frente aun micrófono y se limitan a leer las nuevas directrices que se dictan de modo avallasador.

La obcecación de la UE con el “asunto ucraniano” están llevando a los ciudadanos hacia un suicidio económico masivo, debido a su obediencia irrestricta al WEF.

Así, en los últimos meses hemos visto a los agricultores holandeses protestando a bordo de sus tractores, porque su gobierno insiste en cerrar 10.000 granjas, con el claro riesgo de agudizar más la crisis de escasez de alimentos. Pero, las autoridades de gobierno y la prensa siguen culpando exclusivamente a Putin. ¿Se trata de un error fortuito o una política interior desalmada?

Los mismos holandeses podrían negociar con sus agricultores para resolver los temas por el terrible óxido de nitrógeno, ese que tanto afecta al cambio climático. También se pudo haber sostenido el intercambio comercial alimentario  con Rusia y Ucrania, pero la perversión de los burócratas de la Unión Europea es más dañina para su pueblo, realmente no les importa el sufrimiento e la gente.

Y no solo es por los productos agrícolas. Las sanciones contra Rusia han privado a la UE de gas natural, tierras raras, gass inertes, etc. Por supuesto, los europeos se han privado de fertilizantes, como si fuera poco. La política exterior de la Unión Europea es autoflagelante, hasta sadomasoquista con su propio pueblo.¿Cuál organismo multinacional tiene como objetivo el sufrimiento de sus contribuyentes?

En X-M Magazine, en febrero de 2022, ya advertíamos acerca de la operación rusa como absurda, días antes de su primer movimiento. Con la NATO, incluyendo a Ucrania y la posterior instalación de misiles apuntando a Moscú, que tomarían menos de 5 minutos en visitar la capital rusa. Lamentablemente, la operación ha seguido en su avance errático, extendiendo un conflicto armado por más de 6 meses.

Entonces, tenemos a la UE “defendiendo” el derecho de Ucrania para afiliarse a la NATO, aplicando, junto a USA y Reino Unido, sanciones económicas y financieras muy fuertes contra Rusia, pero que hasta la fecha, han resultado tan absurdas como la ofensiva rusa en Ucrania. El otoño, en el hemisferio norte, ya inicia y los días comienzan a hacerse fríos, muy fríos desde ahora. Las industrias y las familias en la UE se preocupan, porque el invierno se acerca y no vislumbran una sola voluntad política para finalizar con la tortura que ya están padeciendo. Rusia sabe que cuenta con una gran ventaja a la hora de negociar sus términos y condiciones para cerrar operaciones en Ucrania. Es históricamente sabido de que el invierno es un gran aliado estratégico para Rusia.

La euro diplomacia, a cargo del Jefe de política exterior de UE, Josep Borrell, ha empujado una narrativa política para que los ciudadanos acepten el actual escenario geopolítico, culpando a Rusia de todo, justificando las sanciones, que ya comienzan a ahogar a los habitantes de la UE, incluso de antes de la llegada del otoño, ya se conocían medidas de restricciones y ahorro en el consumo de gas, como por ejemplo, en Alemania ya están racionando el gas en diferentes ciudades.

Otra “obra de arte” geopolítica, proviene directo del pincel creativo del presidente francés, Emmanuel Macrón, quien ha anunciado “el final de la era del a abundancia“. Indicó que “se deben hacer sacrificios” en esta época de gran agitación, previendo que se avecinan profundos cambios estructurales. Macrón señaló que el sistema que se basa en la libertad debe ser defendido, implicando grandes sacrificios. El presidente francés se jacta de su franqueza, rematando que ese enfoque florece hoy en todas las democracias, lo que es complejo y aterrador.

Otra obra en exhibición la generó el primer ministro belga, Alexander de Croo, afirmando que “la crisis energética en Europa podría extenderse por 5 a 10 años, haciendo los inviernos muy difíciles”. Reemplazar las fuentes de energía de gas ruso, tomará años, provocando una gran ruina económica para Europa, en forma de hiperinflación energética.

Las noches blancas de Europa

Mientras que Washignton y Londres no se inmutan por la duración del conflicto ruso-ucraniano, pensando en estirarlo por años, incluso proporcionando armamento e instrucción militar al gobierno de Ucrania y a los ciudadanos. ¡Qué importa que millones de personas en la UE deban pasar hambre y frío!

El desprecio que un puñado de seres poderosos sienten por la especie humana ha sido muy vistoso, ya sin importar si es ruso o europeo o de cualquier otra parte del mundo. Las sanciones y contra sanciones del conflicto en marcha se ha transformado en una guerra semi mundial, considerando la interrupción  de las cadenas de aprovisionamiento de diversas materias primas que se están desarrollando actualmente.

No hay palabras para explicar a los millones de ciudadanos ucranianos desplazados a otros países vecinos, puedan justificar los horrores que los burócratas en oficinas de terciopelo rojo y azul, decorado con espejos y muebles tan antiguos como las mismas monarquías europeas, el origen y continuidad de un conflicto tan dañino en el fondo y tan infantil en la forma.

Estos cuadros de la exposición europea del siglo XXI solo han mostrado cuan estúpida puede ser una clase política dirigente, al desconectarse totalmente del pulso ciudadano, solo para favorecer los intereses de grupos financieros tan insaciables como la historia lo demuestra en los últimos 500 años.

Ya estamos advertidos: ¡Que siga la fiesta!

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