El mundo “nunca” volverá a la normalidad
La llamada nueva normalidad está en marcha con un plan global llamado Gran Reinicio. Su artífice es una élite global que someterá a toda la humanidad, imponiendo medidas coercitivas con las que limitarán drásticamente las libertades individuales y de poblaciones enteras. En varias naciones este plan ya ha sido aprobado y financiado; en otros, todavía se encuentra en una etapa temprana de ejecución, pero no es la normalidad que la mayoría de las personas esperan
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Como hemos venido denunciando por semanas, la amenaza que representa el Gran Reinicio, se trata de una realidad indesmentible que está en desarrollo. Sin embargo, el hecho de que no sea tema de los programas de televisión en las pantallas de tv del mundo, no significa que sea “teoría de la conspiración”. ¡Está realmente sucediendo!
Para mayor claridad, según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, convengamos la definición del concepto:
Ahora que hemos definido “conspiración”, podemos apreciar mejor la profundidad hacia la cual nos dirigimos en este artículo.
Como ya hemos visto antes, en su libro Covid-19: The Great Reset, el Director-Fundador del Foro Económico Mundial Klaus Schwab afirma que el mundo “nunca” volverá a la normalidad, a pesar de que admite que el coronavirus “no representa una nueva amenaza existencial”.
También establece que la solución a los problemas provienen de un gran gobierno se encarga de todo, que no solo es escala nacional, sino global. Será administrado por una élite tecnocrática sobre la que no tendrás influencia política (o democrática para los más románticos).
El Great Reset va más allá, porque garantizará puestos de trabajo y salarios mínimos elevados; el gas de esquisto será reemplazado por energía solar; las empresas, a cambio de rescates masivos del gobierno, aceptarán ser administradas más como comunidades de trabajadores; las pistas para automóviles serán reemplazados por carriles para bicicletas; las empresas ya no están impulsadas por las ganancias por el “interés público” y objetivos como la sostenibilidad. Tampoco habrá hipoteca, porque la propiedad privada será abolida.
No es locura lo que estoy escribiendo. Insisto, es parte del plan del Profesor Klaus Schwab, Director fundador del Foro Económico Mundial (WEF). Él está presionando para que se explote la narrativa del COVID e impulsar un nuevo orden mundial, afirmando: “Este es el momento histórico no solo para combatir el virus, sino para dar forma al sistema (…) para la era posterior al corona virus”.
Sin embargo, avanza más aún en el libro, dejando en claro que la élite financiera nunca permitirá que la vida vuelva a la normalidad, lo que sugiere que los cierres y otras restricciones se volverán permanentes.
Si está incrédulo, le recomiendo que lea “el origen de tener nada y serás feliz“.
Y si aún permanece escéptico, recuerde qué ha sucedido desde 2020 y piense qué sucede si aparece una segunda mega ola que se denomine: COV!D 21-22-23-24-25.
Esto se vuelve dramático
Schwab deja claro en su libro que el coronavirus no es tanto una crisis como una oportunidad para ser explotada, una oportunidad para acelerar el nacimiento del Nuevo Orden Mundial que él llama La Cuarta Revolución Industrial.
Incluso el Gran Reinicio fue parte de una extensa carta abierta que Monseñor Carlo Viganó escribió al Presidente de EE.UU. Donald J. Trump, advirtiendo sobre los graves riesgos que este plan maestro constituye para la humanidad.
Una “Gripe de Estado”
En un artículo publicado en Climate Depot (‘A flu d’état?’), escrito por Peter Barry Chowka, donde nota que “De la noche a la mañana, nuestra sociedad está haciendo lo que la representante de tendencia izquierda radical del partido Demócrata de EE.UU. Alexandria Ocasio-Cortez (New York) y sus compañeros fanáticos del Green New Deal han exigido: un final casi total de los viajes aéreos; el viaje en automóvil personal se reduce a casi nada; las promesas de atención médica gratuita para todos se están convirtiendo rápidamente en el nuevo status quo; y la capacidad de las personas para sentarse en casa sin trabajar y recibir un cheque de pago del gobierno. Los demócratas quieren que eso continúe indefinidamente“.
Agrega que “(…) cinco semanas después del cierre del país (EE.UU.) debido a la crisis del coronavirus, se ve inequívocamente como un gran PsyOp, una operación psicológica diseñada para ingresar a las personas con el propósito de agendas ocultas. Todo, de hecho, se ha transformado en lo que pretendía marcar el comienzo: una batalla político-ideológica a mano alzada por cómo será nuestro futuro“. Complementa: “Hay una gran cita que escuché el viernes, del propietario de una pequeña empresa: ´Ya no me preocupa perder la vida. Me preocupa perder la vida que he construido´”.
Es lo que exitosamente está logrando esta operación sociológica: demoliendo el ánimo de las personas encerradas, sin actividades económicas, sin tener ingresos por su trabajo; en aislamiento de la familias, amigos, compañeros de trabajo; sin actividad física; sin tener la facilidad de practicar su fe en iglesias; sin esparcimiento al aire libre; sin interacción social; sin la debida nutrición; sin siquiera poder respirar o aprovechar el Sol (por último, por la vitamina D); y un largo etcétera de “sin”. Se está reiniciando hasta la moral y el espíritu de las personas, haciéndolas realmente “manejables” y “vulnerables” para imponer cualquier decreto de ley arbitrario y totalitario, sin importar arrasar con todos los derechos básicos de las personas, en todos los países que se han arrodillado burocráticamente ante este Golpe de Estado contra todos los Estados suscritos a esta onda hiper globalista. Es cosa de ver el caso de Argentina, estableciendo un record mundial de confinamiento, por más de 6 meses.
El Profesor Schwab prosigue: “Muchos de nosotros estamos pensando en cuándo las cosas volverán a la normalidad”. “La respuesta corta es: nunca. Nada volverá jamás a la sensación de normalidad ‘rota’ que prevalecía antes de la crisis, porque la pandemia del coronavirus marca un punto de inflexión fundamental en nuestra trayectoria global”. Esto suena a un reconocimiento tecnocrático del Golpe de Estado.
No contento con lo afirmado, justifica diciendo que “Se están produciendo cambios radicales de tal consecuencia que algunos expertos se han referido como la era “antes del coronavirus’ (BC) y ‘después del coronavirus (AC)“. “Continuaremos sorprendiéndonos tanto por la rapidez como por la naturaleza inesperada de estos cambios: a medida que se combinan entre sí, provocarán consecuencias de segundo, tercer, cuarto y más orden, efectos en cascada y resultados imprevistos”.
Si, el tipo se expresa con una frialdad digna de un personaje villano de un film de ciencia ficción oscura. Sin embargo, como sabemos: “La realidad supera a la ficción”.
Insistimos en que la dictadura tecnocrática de una élite, el “Green New Deal”, la abolición gradual de la propiedad privada, una renta mínima universal que amortiguará el holocausto social que ya se sufre, para que los trabajos de humanos sean traspasados hacia los robots, la internet de las cosas (entre otras tecnologías de supresión humana); una represión de las libertades personales y la restricción de la libertad de movimiento; la reducción de la tasa de natalidad; como así también muchas leyes que buscan la eliminación de la familia, del concepto de Madre y Padre; la temprana sexualización de los niños; el confinamiento de las iglesias y lugares de oración; entre muchos otros síntomas, dan fe evidente sobre lo que significa mirar al futuro de la normalidad.
Existe una gran brecha entre lo que el ciudadano común y corriente espera sobre la normalidad, respecto a lo que, ya desde el mismo Foro Económico Mundial y todos sus asociados privados, tienen preparado para un planeta que tendría como slogan: “Quien nada tiene es feliz, porque está prohibido no ser feliz”.
Hay un gran número de personas que siguen las alternativas de este tema con el #WhyAreTheyDoingThis.