Alcances y desafíos de la criptoeconomía
La criptoeconomía debe entrar a las salas de clases
Dominar el desarrollo de las cadenas de bloques, se ha vuelto un atractivo componente para que la inversión privada confíe en la ampliación de las posibilidades que pueda alcanzar. El golpe lo darán los nuevos profesionales que se vayan especializando en la blockchain, porque el mercado laboral ya lo está demandando.
Medio ambiente
La introducción de la tecnología de la cadena de bloques ha sido lenta en los últimos 10 años. Sin embargo, hasta el año pasado (2019) su adopción iba en velocidad creciente.
En diversas disciplinas la blockchain ha ido mejorando la gestión de los recursos que las empresas utilizan para cumplir con sus funciones de producción, almacenamiento, distribución y, hasta en muchos casos, ocuparse del tratamiento de los desechos que los clientes dejan después de utilizar un producto (logística inversa).
En el campo financiero, con el boom de las finanzas descentralizadas (DeFi) estamos viendo un gran poder de rendimiento tecnológico para incorporar cada día a un mayor número de inversionistas, dispuestos a asumir riesgos, a cambio de retornos prometedores.
En el ámbito de la administración pública inclusive, se han ido viendo algunos atrevimientos para aprovechar las ventajas que esta tecnología ofrece, tales como la transparencia, la trazabilidad, la seguridad, la eficiencia y la efectividad de los servicios que el Estado puede proveer.
Tanto corporaciones, como grupos de industriales, gobiernos y hasta la misma Cámara de Comercio Internacional (ICC), se han adelantado al fenómeno de las bondades que ofrece la blockchain.
Pero la criptoeconomía, a gran escala, todavía ve un lento caminar.
Justo hoy, no es posible determinar un alcance meridiano, debido a la distorsión total que ha impuesto la política global asumida sobre el manejo del C-19. Nos queda revisar el mundo anterior a este hecho infame y recolectar los pulsos que nos dan luces sobre su desarrollo actual.
Panorama
La vanguardia de esta ola de nuevas tecnologías descentralizadas colocan a las empresas privadas y emprendedores ansiosos de revolucionar los procesos que faciliten la gestión técnica, optimicen los recursos aplicados, descentralicen ocupaciones, distribuyan de modo inteligente responsabilidades, mejoren el ritmo del tiempo y aumenten el rendimiento económico financiero del capital invertido. Sin estos componentes, sería difícil que las inversiones pudieran fluir hacia el desarrollo de aplicaciones de las cadenas de bloques.
Si las herramientas de la cadena de bloques son capaces de convencer a las empresas y a los clientes acerca de las ventajas que representa la implantación en los sistemas de oferta y se acepta como forma de pago, la penetración de la criptoeconomía será profunda.
Porque se trata de algo que va más allá de usar criptomonedas. Es el conjunto de aplicaciones que se levantan en función de la blockchain, la que permite que los intercambios económicos tengan lugar con las cualidades propias de la tecnología.
En el largo plazo, ganan todos, porque las consecuencias llevan a que realmente los actores de la economía deban adaptarse a las condiciones de mercado establecidas para el funcionamiento de los protocolos de la cadena de bloques.
Se busca...
La famosa red social LinkedIn destaca que la habilidad dura más demandada del 2020 corresponde a la cadena de bloques.
Cada día se encuentran nuevos usos para la blockchain en sectores variados. El crecimiento del reconocimiento de esta tecnología se ha visto potenciado gracias a la irrupción mediática de las criptomonedas, que en conjunto han configurado un equipo de mutuo refuerzo.
Dominar el desarrollo de las cadenas de bloques, se ha vuelto un atractivo componente para que la inversión privada confíe en la ampliación de las posibilidades que pueda alcanzar. El golpe lo darán los nuevos profesionales que se vayan especializando en la blockchain, porque el mercado laboral ya lo está demandando.
Diversas instituciones de educación superior han ido sumando diplomados y otros post grados para los profesionales del área informática y otras disciplinas fuera de la órbita de la ingeniería, como abogados, por ejemplo.
Conclusión
El futuro de la criptoeconomía es dependiente de la adquisición de la cadena de bloques por parte de las sociedades. Pensar en contratos inteligentes o en modelos de distribución física internacional de bienes, son temas que cruzan legislaciones, territorios, idiomas y culturas.
La economía, como ciencia social intenta dar una explicación para la visión sobre ¿Qué producir? ¿Cómo producir? y ¿Para quién producir?
Pero depende de la civilización sobre la forma y el fondo en la cual decide el camino para asumir las respuestas a estas interrogantes.
La criptoeconomía necesita un gran volumen de desarrolladores que sean capaces de afrontar los desafíos urgentes que el siglo XXI ha puesto en el camino de la humanidad, de todo el planeta y también del espacio exterior.