Objetivos para el Gran ReNacimiento

Objetivos para el Gran ReNacimiento

Fijar objetivos, es un asunto muy sensible, porque marcan los puntos clave del puente que diseñaremos para llegar a cumplirlos. Esto se deriva hacia el trabajo que vamos a ejecutar.

Sin objetivos, no hay Gran ReNacimieno

Está más que demostrado que la dependencia exagerada de los dispositivos computarizados afecta tanto al desarrollo cognitivo, como a las funciones ligadas a los procesos neuronales. Investigue si no cree estas primeras palabras.

Tal vez, el “negocio” de depender del aparato eléctrico conectado a una internet funciona estupendo… hasta que algo falla y no se puede conectar o no tiene batería. Ahí se agota toda la maravilla y la persona queda expuesta frente a su propio yo y el entorno. Configure sus planes de acuerdo a consideraciones integrales que rodean al establecimiento de objetivos.

Nadie nos ha dicho que todo seguirá igual que antes. Aproveche el tiempo que tiene disponible para plantearse nuevos objetivos y tomar decisiones respecto a futuros emprendimientos o desafíos profesionales que estime convenientes, pero consciente de que las reglas del juego son más estrechas y menos estables que antes de 2019.

No se duerma, porque si lo hace, será tan vulnerable como el resto que no está atento.

Es importante que lea la saga en orden, porque será muy útil en su conjunto:

Objetivos Claros

Hemos trabajado por semanas para entender nuestro recurso elemental: La inteligencia. Conocer nuestras Fortalezas, Debilidades, Oportunidades y Amenazas. Además, invertimos tiempo en comprender el medio ambiente en el cual estamos inmersos, de acuerdo a una idea que tenemos.

Esta etapa es muy sensible, porque marca los puntos claves del puente que diseñaremos para llegar a los objetivos que debemos alcanzar. Esto se distribuye hacia el trabajo que vamos a ejecutar. Contestar a una pregunta: ¿Cómo producir? Producimos en términos de los recursos que disponemos, dentro de una realidad precisa en un momento.

Luego, los objetivos definen cuál será nuestra labor, minimizando costos para maximizar los beneficios. Definimos objetivos generales (aquellos que no son medibles, pero orientan lo que haremos) y objetivos específicos (aquellos objeitvos que son medibles en términos de los recursos que aplicamos y los retornos que aspiramos). Los objetivos específicos suelen ser de corto plazo y nos van guiando sobre el rendimiento del trabajo que realizamos, en el transcurso del tiempo.

Los objetivos de largo plazo se vinculan a los objetivos generales, porque delinean directrices que se deben considerar en el diseño de un plan de acción.

Conviene precisar los objetivos que se quieren alcanzar, desde el momento en que se determina que un proyecto es digno de ser realizado.

Objetivos más, objetivos menos

¿Cuál es el óptimo en la definición de los objetivos?

Todos aquellos que ordenadamente sean los precisos para fijar. Por lógica deben ser razonables y abordables, en tiempo y espacio determinado. A partir de los objetivos generales, se derivan los objetivos específicos, que en la medida que se vayan cumpliendo, irán superando las etapas que se hayan planeado para avanzar con un proyecto en marcha.

Los objetivos inspiran el trabajo. Pero solo funcionan con eficiencia y efectividad, cuando están soportados por estrategias que son capaces de ordenar los escasos recursos que disponemos. Materia que, por cierto, veremos en el próximo artículo. Hasta entonces.

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