Occidente: La ruleta del destino

Durante años hemos escrito en este magazine acerca de los hechos venideros que “sorpresivamente” han ido llenando las agendas las naciones, por desgracia, con malas noticias, que se van acumulando, conectando y armando una megaestructura multinacional, que, a estas alturas, difícilmente consisten en hechos aislados y fortuitos que se han ido ensamblando metódica y secuencialmente, para establecer un estadio de la situación local e internacional que está replicado con bastante similitud y velocidad.

Ayer fueron Colombia, El Libano, Chile, Ecuador y USA. Hoy es Francia. Todos los estallidos sociales por causas parecidas y que arrodillan a las naciones.

Una guerra extraña (¿artificial?) entre una superpotencia y un país vecino (que es un pueblo históricamente hermano), mirando al Mar Negro como telón de fondo. Los países occidentales imponen sanciones económicas y políticas a la superpotencia y, en lugar de frenar la guerra, siguen financiando la entrega de miles de millones de dólares, municiones. vehículos, aeronaves y armas de guerra, para fortalecer al país “débil”. Y en vez de acortar el conflicto, lo hacen más complejo y extenso.

Una emergencia sanitaria global que la O-M-S finalizó, al igual que como comenzó: sin grandes explicaciones. Miles de millones de personas inyectadas con un experimento biológico, tal vez el mayor experimento de la historia.Además, con las amenazas de que pronto aparezca otra superior emergencia sanitaria. Como si fuera poco, solo resta menos de un año para que la modificación al Reglamento Sanitario Internacional y un nuevo Acuerdo de P_andemias sea confirmado por las naciones miembro de dicho organismo. Es decir, los 194 miembros.

Las malas decisiones económicas, emanadas tanto de USA, como de Europa, solo debilitan más el escenario financiero y ya se sospecha de un colapso del dólar y de las economías sujetas a la estructura comercial occidental. Alemania, España o Chile, son ejemplos claros de esta mencionada debacle. Ni hablar del propio USA, que desde la llegada de la administración Biden, USA se ha transformado en un tobogán sin fondo.

En el camino hacia el suelo (si es que se puede señalar alguno), cada vez se nota más la imposición arbitraria que los estados quieren aplicar sobre los sistemas monetarios locales, hablando de las CBDC´s, de las cuales también hemos venido advirtiendo por años.

Derechas e izquierdas se comportan como sus contrarios, a estas alturas ya no significan algo políticamente lógico y se visualizan proyecciones acerca de la obra gruesa que están construyendo hacia el futuro, toda la clase política occidental, trabajando por una misma causa, que no coincide con las necesidades y aspiraciones de los ciudadanos.

Una palabra: Caos. Es la definición exacta de lo que actualmente sufrimos y que soñamos que alguien debe venir a poner orden. Sin duda, sucederá la imposición de un nuevo orden, pero, muy probablemente, ingeniado por los mismos que llevaron a este desorden, para destruir la riqueza de las naciones de occidente.

Parece que asistimos al suicidio de occidente, como una cultura milenaria y además, como la cultura hegemónica por esos milenos. Cultura que defendieron los griegos, los romanos y la expansión cultural que se desarrolló por los años de colonización y consolidación de un nuevo mundo con esa cultura.

El arma utilizada es un revólver marca “Capitalismo inclusivo”, fabricado y distribuido por el Foro Económico Mundial y todos los organismos supranacionales vinculados, en conjunto con las grandes corporaciones y fondos de inversión que manejan el mundo.

Hace más de 30 años, el presidente de USA, G.W. Bush mencionó la necesidad de establecer un Nuevo Orden Mundial, de modo explícito. Pero durante esos mismos 30 años, quienes han estudiado y advertido sobre el fenómeno, fueron denominados como paranoicos teóricos de la conspiración. Hoy en día, podemos afirmar, con total propiedad, que tenían y tienen mucha razón.

Bill Cooper, Cathy O´Brien, Harry Vox, Andrés Salbuch, , Jorge Guerra, Catherine Austin Fitts, entre muchos otros estudiosos de la geopolítica y la política oscura, que fueron advirtiendo con claridad los hechos que se iban sucediendo y que siguen configurando un estado de brutal golpe de estado cultural, que está dejando a occidente mrginado de su propio círculo de influencia.

Los griegos defendieron con sangre y valentía la amenaza de invasores orientales por cientos de años. La famosa batalla de las Termópilas es un ejemplo. Sin embargo, en la actualidad, Occidente está rendido y de rodillas frente al capitalismo inclusivo y la consiguiente aniquilación de todo vestigio de la cultura clásica que lo caracterizó por miles de años.

Las amenazas presentes y futuras están dejando a los occidentales expuestos a su gran colapso final, sin la posibilidad mínima de combatir por una oposición férrea y decidida. La máquina de la destrucción, conformada por el plan contenido en la agenda 2030 y todas las piezas que operan dentro de ese motor denominado cuarta revolución industrial, para disfrazar esta operación digna de una guerra de quinta generación. Estos conceptos no son propios ni salidos de videos de youtube. Son producto de años de investigación acerca de lo que la ingeniería social puede realizar.

En este nivel de avance de los hechos, con tanta evidencia puesta en nuestro conocimiento, solo resta tomar las piezas del puzzle y ver el paisaje que se ha conformado.

Luego, ya con el panorama conocido, continuar solo con el objetivo de tomar las mejores decisiones que sean idóneas para cada ocasión.

Tal vez, Sarah Connors (de “Terminator”) y hasta Anna Frank sean historias ficticias para entender el futuro distópico que está por venir.

Nuestros antepasados ya pasaron por tiempos difíciles, como la persecución de los romanos a los cristianos, la primera guerra mundial, la gran depresión de 1929 ó la segunda guerra mundial.

Occidente, para defender su cultura, necesita de sus hombres y mujeres más fuertes de espíritu para resistir y doblegar estas amenazas en serie que se han estado repartiendo por todo el mundo y que, como seguiremos viendo, continuarán con las ya conocidas y otras nuevas que no dejarán de asombrar a las grandes mayorías, a pesar de que ya tenemos el puzzle bastante avanzado.