Un mundo muy feliz – A Very Brave New World –

Un mundo muy feliz – A Very Brave New World –

La economía significa «ordenar la casa»


Actualmente, tenemos esta casa dividida y que está en proceso de colapso, devorando a los gobiernos que tienen bancos centrales. Escencialmente, estamos siendo testigos de la consolidación de un movimiento global que persigue la toma total de control centralizado de personas, mediante la imposición arbitraria de pasaportes sanitarios; tarjetas de identificación digital; moneda digital de banco central, entre otros instrumentos de sumisión y manipulación informática.

La historia de los últimos 5 años, parecen años extraídos desde la novela “Brave New World” (Un mundo feliz), que es la más famosa del escritor británico Aldous Huxley, publicada por primera vez en 1932. Es una distopía que anticipa el desarrollo en tecnología reproductiva, cultivos humanos e hipnopedia, manejo de las emociones por medio de drogas (soma) que, combinadas, cambian radicalmente la sociedad.

The real GREAT RESET

Según Catherine Austin Fitts (CEO de Solari Inc.), en una conferencia que participó durante el pasado noviembre de 2021; en Holanda, declaró que: “el GREAT RESET del Foro Económico Mundial es el plan de marketing de un proyecto de supremacióa financiera, actualmente en ejecución”.

El mensaje es tan importante, que es imposible no tomarlo para la inspiración editorial. Debo confesar que durante diciembre de 2021 no tuve palabras para exponer una editorial inteligente, como respuesta al “as bajo la manga” corporativa-supranacional, denominado “omicron”. Tema que, por cierto, se ha devorado todos los titulares y que ha renovado con fuerza la campaña del terror que la especie humana ha sido atormentada durante dos tortuosos años.

En esta ocasión, hemos llegado al extremo de un camino que demanda la toma de decisiones trascendentales, de cara al enfrentamiento de puntos críticos para la conservación de la vida humana hacia el futuro. Cada día que transcurre, aquello que se consideraba teoría pasa a ser realidad, para constituir la conspiración geopolítica más grande de la historia conocida.

Durante 2021 los organismos internacionales evaluaron el escenario, para “ajustar” el reinicio financiero actualmente en marcha. Si entre 2008 y 2015 se evaporaron más de USD 21,000.- trillones desde el gobierno de USA, gracias a que se cambiaron las reglas del juego, hacia un marco más oscuro. El actual presidente Biden ya ha deslizado el riesgo de caer en default si no aumenta la deuda.

El fenómeno del incumplimiento financiero, se puede tomar como un método de privatización de los fondos de pensiones, si es que el gobierno se declara en bancarrota. Esto es equivalente a que terceros tomen el control de la soberanía de una nación, como ya hemos visto antes, por ejemplo en la Grecia de Alexis Tsipras, en 2015.

Durante los últimos 100 años, hemos tenido un balance de poder entre los países del G7; como así tambíen los bancos que manejan las políticas monetarias. A su vez, controlan los congresos, parlamentos, la supervisión de la política fiscal, haciendo que los bancos centrales se apoderen de la administración precisa de la política fiscal y la recaudación de impuestos.

Esta circunstancia se presenta como ideal para que dichos terceros metan las manos en los bolsillos de los ciudadanos, más allá de lo razonable y aceptable, mediante el uso y abuso del sistema de tributación digital. Esto es un círculo vicioso, donde los mismos contribuyentes financian a aquellos que abusan de sus bolsillos.

Recordemos que la economía significa “ordenar la casa”. Actualmente, tenemos esta casa dividida y que está en proceso de colapso, devorando a los gobiernos que tienen bancos centrales. Esencialmente, estamos siendo testigos de la cosolidación de un movimiento global que persigue la toma total de control centralizado de personas, mediante la imposición arbitraria de pasaportes sanitarios; tarjetas de identificación digital; moneda digital de banco central, entre otros instumentos de sumisión y manipulación informática.

La apuesta por la centralización totalitaria amenaza la capacidad individual y emprendedora que las personas disponen para generar ingresos particulares, con la expectativa “natural” de obtener un mejor estándar de vida. Sin embargo, los gobiernos han manifestado abiertamente la predilección autoritaria por establecer el denominado “Ingreso Básico Universal” (o cualquier conjunto de palabras que contenga el concepto universal). Es decir, los gobiernos tienen la instrucción de obligar a sus habitantes para recibir un ingreso mínimo, casi sin trabajar, pero que al mismo tiempo, deben cumplir con las exigencias estatales para recibirlo. Esta descripción coincide muy bien con el denominado Crédito Social. Luego, la distribución de “mesadas” que los gobiernos pretenden aplicar sobre los ciudadanos, arriesga transformarse en un instrumento de manipulación política, económica y cultural de las naciones.

Las señales explícitas del ambiente, nos están advirtiendo sobre los riesgos que han envuelto al escenario sociológico, en el cual las personas se desarrollan. La pérdida de la soberanía monetaria es una gran amenaza, porque afecta desde el sistema informático de recaudación de impuestos y hasta la mera tenencia de fondos en las cuentas bancarias, sujetas a condiciones arbitrarias por parte de la banca.

Si los Estados siguen empujando esta agenda financiera, estarán contribuyendo para hacer realidad el  slogan que puso de moda el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés): “Tendrás nada y serás feliz”.

5 elementos para considerar

Primero, toma partido por un lado, sabiendo que justo ahora estamos ante una bifurcación del camino. Si, tal como en el film “The Matrix”. ¿No has sentido que la ciencia ficción está dejando de ser ficticia y pasa a ser documental?

Estamos en el punto del camino donde una vía lleva a la esclavitud, mientras que la otra, a la libertad. Es preciso tomar una valiente decisión. El desafío para cambiar el curso de la historia implica un gran proceso, que amenaza la estabilidad y la riqueza. Si, la libertad tiene un precio que pagar. Se trata de comprometerse completamente por la opción de la libertad, porque a este nivel no hay vuelta atrás.

Segundo, es necesario tener un buen mapa, donde se pueda distinguir la situación real de la simulada. El reconocimiento del mapa “oficial” da las ubicaciones políticas, económicas y culturales que el Estado y corporaciones manejan, constituye una ventaja estratégica oportuna para la toma de decisiones. Conocer el mapa real, ayuda para caminar con el menor riesgo posible sobre los puntos críticos de las amenazas, soslayando trampas y peligros que la autoridad y los mercados, contaminados de vigilancia, ponen en el camino. El uso inteligente de ambos mapas, el “oficial” y el “real”, con discreción (prudencia, sensatez), sin perder la noción de realidad, ni quedar bajo un estado de encantamiento o embrujo, brinda la cualidad de ganar claridad, velocidad y certeza para movimientos tácticos anticipados.

Tercero, opción pragmática, que consiste en la capacidad de resliencia y de independencia de los sistemas centralizados. Como parte de una estrategia de superviviencia, es preciso asegurar la provisión de alimentos, agua, vestuario, fuentes energéticas, atención de salud y relacionarse con una comunidad sintonizada con la misma filosofía de supervivencia.

Cuarto, conseguir un acceso descentralizado al dinero. La actual coyuntura monetaria, con una deuda pública brutal, ha sido posible gracias a la aceptación del establecimiento de un monopolio, ya no solo de impresión de dinero o banca prestamista, sino de la circulación de la equidad. Los intercambios comerciales deben continuar, pero con monedas confiables y sistemas de pago y acumulación fuera del alcance de las órbitas “oficialistas”.

El “Quinto Elemento”, curiosamente, se refiere a la cultura. En efecto, necesitamos de la excelencia integral para lograr la articulación del gobierno de un Estado comprometido con el juego limpio. Ergo, la cultura debe vincularse sólidamente con los más altos principios que, incluso, se conectan con la divinidad. Una cultura con defectos, inevitablemente estará condenada al fracaso y la miseria, al carecer de un espíritu fuerte que asegure la supervivencia de todas las especies en el mundo.

Hoy es el Futuro

Solo para comenzar, es preciso capturar el ciclo educativo de los niños, alejados de los objetivos que la ONU, mediante la agenda 2030; persigue cumplir. La desnaturalización de la humanidad, utilizando la educación desde la edad temprana, equivale a instalar bombas de tiempo que estallarán en el futuro. Además, junto con recuperar la educación de las nuevas generaciones, se debe mejorar el currículum formativo, agregando materias modernas, tales como educación financiera y la encriptación digital de datos.

Restablecer el normal funcionamiento de los mercados, tal como habían funcionado por miles de años, como operación análoga del comercio. A la vez, integrar las ventajas que las herramientas digitales otorgan para mejorar la eficiencia y efectividad de las transacciones y la acumulación de recursos monetarios. También aquí, será preciso sostener la coexistencia real -física- y la digital de los activos y pasivos.

Una última reflexión, para el diseño privado e individual del plan estratégico para este año, se refiere a mantener la fe y la esperanza en el trabajo que cada cual es capaz de realizar, sabiendo que, como seres humanos, tenemos el privilegio de desarrollar labores que crean valor agregado a partir de materias primas. Ni el WEF, ni la ONU serán capaces de arrebatarnos estos atributos naturales, recibidos con absoluta libertad y por el solo hecho de ser. Muy importante, tener la capacidad de mantener el amor  y la empatía, cualidades que simplemente se deben al hecho innegable de que somos seres humanos.

Print Friendly, PDF & Email

Share this post