FMI: La ruleta entre el virus y las inyecciones

FMI: La ruleta entre el virus y las inyecciones

La solidez de la recuperación dependerá de un “rápido despliegue de vacunas” eficaces en todo el mundo

El FMI proyecta un crecimiento global del 6 por ciento en 2021, moderando al 4,4 por ciento en 2022. Las proyecciones para 2021 y 2022 son más sólidas que en el informe WEO (World Economic Outlook) de octubre de 2020. La revisión al alza refleja el apoyo fiscal adicional en algunas grandes economías, la recuperación anticipada impulsada por las vacunas en la segunda mitad de 2021 y la adaptación continua de la actividad económica a la movilidad moderada. Una gran incertidumbre rodea esta perspectiva, relacionada con la trayectoria de la pandemia, la eficacia del apoyo de políticas para proporcionar un puente hacia la normalización impulsada por las vacunas y la evolución de las condiciones financieras.

Las perspectivas mundiales siguen siendo muy inciertas, al cabo de más de un año de la “pandemia!. Las “nuevas mutaciones del virus” y el “número de víctimas humanas” acumuladas generan preocupación, incluso cuando la “creciente cobertura de vacunas eleva la confianza”. Las recuperaciones económicas son divergentes entre países y sectores, lo que refleja la variación en las perturbaciones inducidas por la “pandemia” y el alcance del apoyo político. La perspectiva depende no solo del resultado de la batalla entre el virus y las vacunas, sino también de la eficacia con la que las políticas económicas implementadas en condiciones de alta incertidumbre pueden limitar el daño duradero de esta crisis sin precedentes.

TABLA DE PROYECCIONES

Perspectivas y políticas globales

Aunque la contracción de la actividad en 2020 no tuvo precedentes en la memoria viva, un apoyo político extraordinario impidió resultados económicos aún peores. Un año después de la “pandemia”, una salida a esta crisis económica y de salud es cada vez más visible, pero las perspectivas siguen siendo muy inciertas. La solidez de la recuperación dependerá en gran medida de un “rápido despliegue de vacunas” eficaces en todo el mundo. Queda mucho por hacer para hacer frente a la pandemia y “evitar el aumento persistente de la desigualdad dentro de los países” y la divergencia en el ingreso per cápita entre las economías.

Secuelas de la pandemia: perspectivas de daños económicos a mediano plazo

En el World Economic Outlook de abril de 2021, el FMI examina los posibles daños persistentes (cicatrices) que pueden ocurrir por la recesión de la pandemia y los canales a través de los cuales pueden ocurrir. Es importante destacar que las inestabilidades financieras, generalmente asociadas con peores cicatrices, se han evitado en gran medida hasta ahora en la crisis actual. Si bien se espera que las pérdidas a mediano plazo sean menores que después de la crisis financiera mundial, siguen siendo sustanciales, alrededor de un 3 por ciento más bajas que la producción mundial prevista antes de la pandemia en 2024. El grado de cicatrización esperada varía entre países, dependiendo de la estructura de las economías y el tamaño de la respuesta política. Se espera que las economías de mercados emergentes y en desarrollo sufran más cicatrices que las economías avanzadas.

proyecciones para 2021 y 2022 - weo

 

Recesiones y recuperaciones en los mercados laborales: patrones, políticas y respuestas al shock de la pandemia

Continúan las secuelas en el mercado laboral de la conmoción pandémica y los trabajadores jóvenes (menos calificados) se ven particularmente más afectados. Se están acelerando las tendencias de empleos preexistentes que favorecen el abandono de los trabajos que son más vulnerables a la automatización. El apoyo de políticas para la retención del empleo es extremadamente poderoso para reducir las cicatrices y mitigar los impactos desiguales del shock pandémico agudo. A medida que la pandemia cede y la recuperación se normaliza, un cambio hacia medidas de apoyo a la reasignación de trabajadores podría ayudar a reducir el desempleo más rápidamente y facilitar el ajuste a los efectos permanentes del shock de la pandemia en el mercado laboral.

Cambios de velocidad: efectos de contagio de la política monetaria durante la recuperación de la pandemia

La flexibilización de la política monetaria por parte de las economías desarrolladas, al comienzo de la pandemia, proporcionó un gran alivio financiero a los mercados emergentes. De cara al futuro, una recuperación a varias velocidades de la crisis planteará desafíos. Nuestro análisis sugiere que, si bien un endurecimiento en EE.UU. resultante de una economía estadounidense más fuerte, tiende a ser benigno para la mayoría de las economías de mercados emergentes, un endurecimiento por sorpresa desencadena salidas de capital de los mercados emergentes. Por lo tanto, será importante que las economías desarrolladas expliquen claramente cómo implementarán sus políticas monetarias durante la recuperación. El análisis del capítulo también sugiere que las economías de mercado emergentes pueden reducir su vulnerabilidad a efectos de contagio financieros adversos mediante la adopción de marcos monetarios y fiscales más transparentes y basados en normas.

Reflexiones

A medida que la pandemia cede y la recuperación se normaliza, un cambio hacia medidas de apoyo a la reasignación de trabajadores podría ayudar a reducir el desempleo más rápidamente y facilitar el ajuste a los efectos permanentes del shock de la pandemia en el mercado laboral.

Tras revisar este World Economic Outlook emitido por el FMI, podemos apreciar que todo esfuerzo para estabilizar las economías locales y mundial, están sujetos exclusivamente a la inyección de sustancias para detener el avance de una pandemia, que tras más de un año de ataque, es un laberinto sin salida. El mismo FMI confesaba en octubre de 2020 que esta situación es comparable a la Segunda Guerra Mundial, por el impacto económico que hasta ese momento había tenido y “significa una oportunidad de replantear el futuro para hacerlo más inclusivo y justo“.

Hoy, la situación es aún peor, debido al acelerado empobrecimiento de las sociedades,  la incipiente escasez de bienes básicos, el pronóstico de una inflación preocupante y el endeudamiento de los países a largo plazo, que amenaza con dejar a muchos en una posición como la que, por ejemplo, debió asumir Grecia desde 2015, con la famosa “Deudacracia”.

Sin duda, parece que no habrá un retorno a la normalidad que conocíamos hasta el 2019. La población mundial, en su mayoría, sufre por la incapacidad de las autoridades locales y supranacionales por vencer a un virus difícil de identificar. En este extremo, la lucha sería entre la población que estará dispuesta a pelear por recuperar libertades y soberanías locales, contra los experimentos desmedidos de los organismos internacionales que están abusando de todos los recursos que disponen para imponer medidas arbitrarias, sujetas a ejercer la fuerza moral, inclusive, para inyectar a todas las personas del planeta, justificando la condición de liberar los recursos económicos y financieros, de acuerdo a una agenda que se alejó demasiado del camino principal de la misma ciencia de la economía. El tiempo dirá si la política global fue la solución o la condena para la especie humana. Por mientras, las libertades y derechos individuales siguen bajo arresto domiciliario en casi todo el mundo.

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